sábado, 5 de junio de 2010

De la abundancia del corazón.

Abrumado...hace mucho no me sentía así.

A veces no tenemos ni idea de las consecuencias y efectos que puede causar lo que decimos.

Las palabras son un reflejo de nuestros pensamientos y sentimientos, todo empieza ahi: con un pensamiento que puede ser bueno o malo, luego ese pensamiento, se puede transformar en palabras y posteriormente en acciones. Muchas veces lastimamos, ofendemos ó enredamos las cosas sólo con lo que decimos o dejamos de decir, por eso tenemos que pensar antes de hablar. (De la abundancia del corazón, habla la boca.)

Hoy yo podría tener diversas reacciones, podría actuar instintivamente y arremeter contra aquellos que nos han dañado... pero ahí precisamente esta la prueba... ya lo he entendido. Mi rencor y enojo son mi prueba y los pondré de lado.

Mi mamá me ha dado un librito que le regale hace un tiempo con algunas frases:

Es prudente pasa por alto el insulto.

Refrena tu enojo, abandona la ira; no te irrites, pues esto conduce al mal.

Amen a sus enemigos y oren por quienes los persiguen.

WHAAATTT!!!!! ¿Y ahora se te ocurre pasarme esto?... ¿Justo cuando mas enojado estoy?...¿No me lo podrías haber dado después?

No. Ahora es el momento y ahora es la prueba.