viernes, 14 de enero de 2011

De Kalimba, redes sociales y la teoría del primo de un amigo.

“Los seis grados de separación podrían ser el equivalente académico de una leyenda urbana.”


“Sí, yo conocí a Thalía cuando estaba chiquita; vivía en mi colonia y cuando salíamos a jugar allí estaba ella con sus hermanas”. Lo que me sorprendió en ese momento, no fue que el compañero de trabajo con el que platicaba me hiciera dicha revelación, sino la facilidad con la que la conversación había pasado de Maximiliano de Habsburgo a Thalía.


Este es un ejemplo no solamente de una plática inestable, también lo es de la “Teoría de los Seis Grados” la cual intenta probar que es posible acceder a cualquier persona del planeta en tan sólo seis “saltos”. Según esta Teoría, cada persona conoce de media, entre amigos, familiares y compañeros de trabajo o escuela, a unas 100 personas. Si cada uno de esos amigos o conocidos cercanos se relaciona con otras 100 personas, cualquier individuo puede pasar un recado a 10.000 personas más tan sólo pidiendo a un amigo que pase el mensaje a sus amigos.


El mundo es grande sólo en apariencia: tú conoces a alguien que a su vez conoce a alguien que a su vez conoce a alguien… que conoce a Kalimba o a Loret de Mola, da igual (aunque quizás deberíamos revisar con quiénes nos relacionamos si potencialmente podemos contactar con ambos…). Seis pasos entre Josué Ruiz Bazaldúa y Angelina Jolie. Sencillamente asombroso (e inquietante, debo añadir). Aunque la teoría haya cobrado nueva vida gracias a Facebook, en realidad tiene ya cierto recorrido y lleva discutiéndose varias décadas dentro de la sociología y la psicología, con algún que otro experimento realizado al respecto y es que con esto de las redes sociales existe mayor posibilidad de interconectar amistades, conocidos e incluso “Gente famosa”.


P.D. Si alguien conoce a alguien, que conoce a alguien que es muy amigo de Jamiro Quai, Kaley Cuoco o Quentin Tarantino favor de ponerse en contacto conmigo, tengo algunos recados para ellos. (De diversa índole, debo aclarar.)


P.D. II Estos días he escuchado chistes memorables acerca de Kalimba, lo cual demuestra dos cosas: La capacidad del mexicano de hacer de todo un chiste y de hacer leña del árbol caído.

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