Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.
Sentado en la oficina terminando de redactar algunos oficios. A lo lejos de escuchan personas discutiendo, claramente se escucha el tema de aquella discusión: Religión.
Según fuentes del INEGI (2010) la población que se declaro católica en el país representa el 83.9%; los protestantes o evangélicos, 7.6%; otras religiones 2.5% y 4.6% declaro no tener ninguna religión. Esta diferencia es notable en cualquier parte de México y mi oficina no es la excepción.
La discusión continúa.
Compañera de Trabajo Cristiana: ¡Josuesito ven a ayudarme!
Yo: ¡Voy! (jajajaja bien argüendes yo)
Pensé antes de levantarme de mi asiento: ¿Estas seguro de participar en esta discusión?. Y antes de que terminara de pensar en si debía participar o no ya estaba en la oficina de al lado siendo cuestionado en temas como la fe, la virgen, la Biblia y Dios.
Parece ser que en todas las religiones existen personas de mentalidad cerrada, que no entienden y no respetan lo que la demás gente cree: esa fue mi conclusión. Mi intervención en dicha "platica" parece haber dejado buen sabor de boca, expuse lo que creo sin ofender lo que los demás creen. Al final resalto un fragmento de esta platica que me pudo haber encantado:
Compañera de trabajo: Ok, ¿tu no adoras a la virgen?
Yo: No.
CdT: Osea ¿No crees que existió?
Yo: ¿La virgen María? Claro que existió. Dio a luz a Jesús.
CdT: Pero no la adoras.
Yo: No.
CdT: Pero ¿porque?... ok... ok tengo una mejor... ¿y la esposa de Jesús?
Yo: ¿?
CdT: Si en el "Código Da Vinci" dice que Jesús tuvo esposa.
Yo: ¬¬
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